Ante la presunción de maltrato infantil se debe recurrir inmediatamente a tratamiento psicológico integral, lo que impide complicaciones futuras.
Con relación a la definición de esta problemática "El término incluye todas las acciones intencionales que van en contra de un desarrollo integral físico, cognitivo y emocional del niño, que resulten hechas por los padres, cualquier pariente o persona, instituciones
o la sociedad en general, bien sea en forma pasiva o activa. Existen parámetros para evaluar el límite entre una conducta maltratante y la que no lo es, como son la frecuencia en la que ocurre, intensidad de la misma, intención del adulto con determinada conducta, y por supuesto, el daño producido en el menor."
Modelos de violencia
Los expertos consideran dos modelos: el maltrato por omisión y el maltrato por acción. Al primero corresponde el descuido, desatención o no actuar para satisfacer las necesidades básicas del niño, mientras el segundo se refiere al maltrato físico, psicológico o sexual.
Físico: incluye todas las acciones intencionales, es decir, no accidentales, que provocan daño físico o enfermedades en el niño, colocándolo en ocasiones, en grave riesgo. En este tipo de maltrato hay uso de la fuerza física de manera inadecuada y excesiva.
Emocional: todas las acciones hostiles de manera continua y persistente que alteran el desarrollo psicológico normal del pequeño. Esta forma se manifiesta a través de todo tipo de expresiones verbales agresivas que alteren el desarrollo afectivo y emocional del infante.
Abuso sexual: cualquier clase de conducta inapropiada o contacto sexual que mantiene un adulto con algún menor, y desde una posición de poder, autoridad o sometimiento. Por lo general hay una relación de parentesco o conocimiento con el menor y ocurre, muchas veces, dentro del propio hogar.
Maltrato por negligencia: también considerado como abandono en los cuidados del niño al no satisfacer sus necesidades básicas; existe falta de responsabilidad e incumplimiento de los deberes parentales.
Maltrato por poderes o síndrome de Munchaüsen: es el que se ejerce al niño a través de otros. Se inventa una enfermedad o sintomatología falsa, exponiendo al hijo a tratamientos médicos, hospitalizaciones o exámenes innecesarios; en ocasiones se provocan síntomas al suministrarle medicamentos no prescritos.
Maltrato prenatal, donde se consideran las circunstancias de vida de la madre que puedan influir de manera negativa en el embarazo, como son: rechazo al embarazo, ausencia de control y seguimiento médico, falta de alimentación adecuada durante el mismo y consumo de alcohol, drogas o medicinas no prescritas.
¿Cuáles son las consecuencias del maltrato en la conducta del menor?
"En todas sus formas la violencia infantil tiene profundas consecuencias y sus efectos dependerán de muchos aspectos: de la frecuencia del maltrato, de quién es el agresor, la edad en que se produjo la agresión, características personales, etc.", afirma la psicóloga. Sin embargo -continúa- es frecuente observar problemas significativos de autoestima; incapacidad en sus relaciones interpersonales; inconvenientes con las figuras de autoridad, poco respeto a las normas, incumplimiento de la disciplina y en algunos casos problemas con la ley; conductas agresivas; fuerte introversión y conductas pasivas o de sumisión muy marcadas; bajo rendimiento escolar; depresión, tendencias suicidas, sentimientos de tristeza y desolación; conductas autodestructivas; trastornos del sueño, dificultades con los hábitos alimenticios, ansiedad, miedos e inseguridad permanente; abuso de alcohol o drogas, y continuas enfermedades que ameritan atención.
¿Qué hacer frente ante un niño maltratado?
"Todo niño violentado debe recibir tratamiento psicológico -enfatiza la psicoterapueta- y los profesionales indicados son los psicólogos clínicos y los psiquiatras infantiles. Además, la terapia de familia y el tratamiento psicológico individual de las personas involucradas en el maltrato del niño tiene igual importancia. Los pediatras son los que con mayor frecuencia identifican a un niño maltratado cuando éstos son llevados a su consulta por otros motivos, o inclusive, cuando realizan un rutinario control médico. Se recomienda el trabajo en equipo multidisciplinario, tanto en la prevención como en el tratamiento. Identificar el maltrato y realizar el tratamiento a tiempo es importante para disminuir los riesgos y consecuencias sobre la vida emocional del menor", asegura la psicóloga. Muchas de estas secuelas se aprecian cuando el niño llega a la adolescencia e incluso en su vida adulta, cuando se convierten a su vez en padres arbitrarios y abusivos.
La prevención es la clave
"Se debe realizar un trabajo integral donde se involucre a la población infantil, adolescente y adulta, sociedad en general, educadores, instituciones gubernamentales, pues las causas que conducen a este flagelo son múltiples -asegura Pablo-. Por ende, la prevención debe incluir programas de sensibilización y formación holística a profesionales relacionados con el trato al menor; programas de valores y ética familiar dentro de las escuelas, promoviendo información sobre la infancia y su proceso normal, así como sobre la prevención del embarazo precoz, a través de cursos y talleres, estimulando en general, el afecto y el deseo de una niñez feliz. La prevención es la clave para combatir este azote e incluye la participación de la sociedad como un todo."
Los menores que sufren maltrato tienen múltiples problemas en su desarrollo evolutivo, déficit emocional, conductuales y socio-cognitivos que le imposibilitan un desarrollo adecuado de su personalidad. Por eso es tan importante detectar a tiempo el problema y buscar soluciones que ayuden al niño en su evolución. Toda persona que sea testigo de un maltrato infantil tiene el deber de denunciarlo.
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