Las respuestas denotan una casi absoluta ignorancia con respecto a
la cantidad y la calidad en la educación. La cantidad tiene que ver con todo lo
que se puede tocar, contar, medir físicamente. Tiene que ver con la cantidad de
profesores, los sueldos, presupuestos, los espacios, limpieza, las horas de
estudio, el material didáctico, entre otros
Contar con esto no implica necesariamente tener calidad. La
calidad tiene que ver con percepciones, sentimientos y con el desarrollo de
habilidades. Esto no deja de ser medible.
Para medir la calidad de la educación en una determinada escuela
tendríamos que hacer preguntas más o menos de este tipo: ¿Qué es para ti la
educación? ¿Para qué estás estudiando? ¿Qué importancia tiene esta carrera para
ti? ¿Cómo piensas articular lo que estás estudiando con la realidad que vivimos
en el país? ¿Cuál es tu proyecto de vida? ¿Cómo piensas articular tu proyecto
de vida con un proyecto de nación? ¿Cuáles crees tú que son los grandes
problemas nacionales? ¿Piensas que tú puedes poner tu granito de arena en la
solución de esos grandes problemas que tiene el país? Este es el tipo de
preguntas las podría contestar un estudiante de calidad.
¿Para contestar este tipo de preguntas es indispensable un lujoso salón
de clases? ¿Es indispensable que tenga una sala de computación? ¿Es
indispensable que cuente con todo el material didáctico? ¿Es indispensable que
los maestros ganen un buen sueldo? Por supuesto que no, no es un problema si
los alumnos cuentan con todos los recursos materiales, lo importante es contar
con todo aquello que incrementa la calidad.
Para poner calidad en la educación lo más importante es
contar con un maestro que enseñe a pensar, que estimule el ejercicio de la
imaginación, que contagie el deseo de tomar responsabilidad por su entorno, que
estimule la curiosidad por las ciencias y las artes. Una cualidad fundamental
del maestro es su amor por los niños, teniendo esto hará que pueda superar
todas las carencias que tenga el maestro.
De nada sirve los estudios que tenga si no tiene la principal
cualidad, el amor por los niños.
¿La cantidad determina la calidad en la educación?
No necesariamente la determina, se puede contar con todo lo
material y no tener calidad en la educación.
Es bueno que nuestros hijos puedan contar con todos los
requerimientos materiales para una mejor educación, pero si no lo tienen no
existe la justificación para que no puedan tener calidad, de hecho hay muchas
instituciones que tienen todo y al mismo tiempo tienen un alto nivel de
deserción escolar o los corren por un exagerado nivel de exigencia.
Es importante clarificar estos conceptos porque con la creencia de
que para contar con calidad necesitamos cantidad y como no existen los recursos
suficientes para satisfacer las necesidades materiales, entonces estaríamos
condenados a la no-calidad.
El gran error es pensar que necesitamos ponernos a la altura de
las grandes universidades tecnológicamente hablando para tener calidad. Lo que
realmente necesitamos es ponernos a la altura de las necesidades de nuestros
pueblos y satisfacerlas en cuanto a la responsabilidad que a nosotros nos
corresponde.
En la medida que nos pongamos a ese nivel vamos a jalar todo el
apoyo que requiramos para superarnos.
Lo más importante que se requiere para hacer una educación de
calidad es la presencia de un alumno y un maestro de calidad.
Un maestro de calidad estimulará la creatividad en sus alumnos y
al ejercitarla se plasmará en el universo físico. Si esta se hace evidente ante
los ojos de los demás, es posible que genere apoyos materiales para una mejor
educación.
La visión ciudadana de lo que acontece
en la zona metropolitana de la ciudad de Méxic
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