¿De dónde vienen los bebés?, ¿qué es sexo?, ¿es el sexo algo malo?, son algunas de las muchas interrogantes que los padres temen cuando tienen un hijo en pleno crecimiento. Al ser el sexo una parte de la vida del ser humano, tan normal como comer o dormir, lo apropiado es tener las herramientas necesarias para abordarlo naturalmente como parte de la existencia. Muy probablemente, es difícil encontrar la manera adecuada para hablar con el niño y discutir su inquietud, pero una sencilla conversación puede evitar malentendidos innecesarios. Recuerde que:
- Hablar de sexo no incita a practicarlo. Muchos padres evitan conversar con sus hijos sobre las actividades sexuales pues consideran que si lo hacen, estarían siendo permisivos. Al contrario. Se ha demostrado que los jóvenes que cuentan con buena información sexual evitan cualquier tipo de peligros e inician más tarde sus relaciones íntimas.
- Desde pequeño, el niño tiene derecho a saber acerca de la sexualidad. Los pequeños deben contar con la apertura para hablar acerca del sexo a cualquier edad. Ya cuando van al preescolar, comienzan las interrogantes y a medida que van creciendo, las preguntas aumentan y se tornan más complejas. Esté abierto siempre a responder con honestidad. Recuerde que usted estuvo en esa posición y sólo la sinceridad ayuda. Eso sí, responda concretamente sólo a las preguntas que el pequeño realice, pues puede confundirlo al darle demasiadas explicaciones.
- Si tiene temor a iniciar una conversación acerca de sexo, use ejemplos de la televisión, de algún libro o conversaciones comunes. Esto romperá el hielo y progresivamente será más fácil hablar.
- Hoy más que nunca, los jóvenes tienen acceso a la pornografía. Videos piratas, Internet, revistas… en cualquier rincón pueden recibir información que si no es bien canalizada y explicada puede dañar la visión de las relaciones sexuales. Es importante estar alerta y hablar con claridad.
- Hay que partir del hecho que el sexo no es malo, sino parte de la vida. Cuando usted estaba pequeño y le decían que algo no estaba correcto, ¿no intentaba repetirlo? Recuerde, hablar con la verdad es lo más importante y aclarar dudas también clarifica el futuro.
- La salud sexual es psicológica y física. Recuerde hablar desde ambos puntos de vista.
- Si considera que puede ser rudo con el tema, que no sabe tratarlo o que su hijo está presentando alguna actitud preocupante, existen asociaciones como Plafam, entre otras, que brindan ayuda y atención en este aspecto.
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